Cómo invertir en la conquista del espacio - elEconomista.es

2022-10-26 09:46:49 By : Ms. Lisa Yan

Julio ha sido un mes de renovado interés por el espacio, a raíz de los viajes de los empresarios Richard Branson y Jeff Bezos a bordo de naves diseñadas y construidas por sus propias empresas: Virgin Galactic y Blue Origin, respectivamente. Junto a Elon Musk y su SpaceX, estos tres mecenas del siglo XXI están dando un nuevo impulso a la exploración espacial y sentando las bases del incipiente turismo extraterrestre que está a la vuelta de la esquina.

Pero, en definitiva, aunque ellos sean uno de los motores que impulsan la nueva carrera espacial, son muchas las compañías que intervienen en la conquista del espacio, por medio de la fabricación de sensores y sistemas de navegación por satélite, componentes, materiales aislantes y estructuras capaces de resistir las condiciones físicas más allá de las primeras capas de la atmósfera.

Entre ellas, están firmas habituales del sector aeroespacial como Airbus, Boeing, Honeywell o Safran, que tienen una tradición importante en el ámbito de la aviación comercial y militar, pero también existen otras compañías que desarrollan capacidades útiles para la navegación espacial, como Atos, General Motors, Garmin, Maxar, Iridium Communications, Trimble o Teledyne. Pero ¿por dónde empezar a invertir? Un buen indicador es la recomendación de comprar que el consenso de analistas de FactSet otorga a las siguientes compañías relacionadas con el espacio.

A diferencia de Blue Origin o SpaceX, que además no cotizan en bolsa, General Motors no será nunca un actor puro del sector aeroespacial, pero el fabricante estadounidense de vehículos está invirtiendo en tecnologías que podrían "desempeñar un papel importante a medida que se pone en marcha la comercialización del espacio", señala John Rosevear, analista en el portal de inversión The Motley Fool.

En los últimos tiempos, General Motors se ha aliado con Honda para producir a gran escala pilas de combustible de hidrógeno de bajo coste, pieza clave en los futuros vuelos comerciales al espacio. Asimismo, General Motors se ha unido a Lockheed Martin para crear una nueva generación de astromóviles o vehículos capaces de transportar astronautas sobre la superficie lunar, y que podrían ser autónomos.

Sus siglas se refieren a Consolidated Analysis Center Incorporated, y en la actualidad está diseñando sistemas de comunicaciones por láser para cinco programas de harware espacial. Entre ellos, la misión Psyche de la Nasa, que tiene como objetivo demostrar el potencial de la tecnología láser para hacer posible las comunicaciones en el espacio exterior, con transmisiones desde la Tierra a Marte o la Luna. La comunicación por láser puede transmitir datos en largas distancias hasta cien veces más rápido que los sistemas de radiofrecuencia convencionales.

Es un conglomerado industrial estadounidense que a través de su filial e2v ha diseñado sensores de imagen y subsistemas para más de 150 misiones organizadas por las mayores agencias espaciales del mundo, como la norteamericana, la europea, la japonesa o la rusa. Sus microprocesadores de alta fiabilidad y sus convertidores de datos de alta velocidad hacen posible la fabricación de satélites de telecomunicaciones más pequeños, manejando volúmenes de datos cada vez mayores con menores necesidades de energía.

Se trata de una empresa de telecomunicaciones con sede en California, que proporciona equipos y servicios para comunicaciones militares y comerciales en los Estados Unidos, principalmente en tecnologías relacionadas con los satélites. En 2011, pusieron en órbita el satélite ViaSat-1, que se convirtió en el satélite de mayor capacidad del mundo en ese momento, y cuya cobertura alcanzó la parte continental de los Estados Unidos, Alaska, Hawaii y Canadá.

Asimismo, la compañía fabrica satélites geoestacionarios que orbitan a más de 20.000 kilómetros de la Tierra. La mayor ventaja de esto es que, a esta precisa altitud posicionada sobre el ecuador, los satélites geoestacionarios orbitan la Tierra a la misma velocidad que ésta gira, según se explica en el sitio web de ViaSat. Además, entre las ventajas de este tipo de satélites, está la amplitud del campo de visión, ya que pueden cubrir hasta un tercio del globo.

La división Defensa y Espacio acumula una experiencia de tres décadas en órbita desde que lanzó su primer satélite de observación terrestre en 1986. El conocimiento y la tecnología desarrollados por Airbus en el campo de la exploración espacial es muy extenso. Por un lado, ha creado estructuras para lanzar los cohetes Ariane 5, Ariane 6 y Vega; por otro lado, en el terreno de la aviónica, la cartera de productos de Airbus abarca una gama completa de ordenadores de a bordo compactos y potentes, electrónica de lanzadores y otros equipos de tratamiento de datos de plataforma y unidades de interfaz de categoría mundial. A su vez, su marca Jena Optronik destaca en el mercado de sensores estelares y de sensores de detección y alcance de luz (LIDAR) para el encuentro y el acoplamiento de las naves.

El consorcio aeronáutico europeo que es Airbus se ha asociado también con la Agencia Espacial Europea para poner en funcionamiento la SpaceDataHighway, una especie de autopista de los datos. Según explican desde Airbus, esta highway permite a los usuarios transferir datos (incluidas imágenes, vídeo y voz) desde sus satélites LEO -situados en la baja órbita terrestre- y desde plataformas aéreas a estaciones terrestres receptoras en Europa, mediante comunicaciones láser a través de los satélites geoestacionarios EDRS-A y EDRS-C.

La compañía estadounidense, una referencia en la industria militar y la fabricación de armas, reforzó su negocio aeroespacial con la adquisición de Orbital ATK en 2018. Entre la selección de valores con un consejo de comprar, Northrop Grumman presenta el mayor crecimiento del beneficio para el periodo 2019-2022. La firma americana construye motores sólidos para cohetes fiables y probados en vuelo, y suministra los cinco segmentos de propulsores para el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) de la Nasa.

Además de crear satélites y construir el telescopio espacial James Webb (se espera que esté activo en noviembre de este año), desde 2014 hacen llegar provisiones a los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional por medio de su nave espacial Cygnus, y están muy involucrados en el programa Artemis de la Nasa para volver a llevar personas a la Luna.

En este sentido, la firma estadounidense ha recibido fondos por valor de 187 millones de dólares recientemente para el diseño de la cabina de tripulación de la plataforma orbital Lunar Gateway, destinada a servir como centro de comunicaciones alimentado por energía solar, laboratorio de ciencias, módulo de habitación a corto plazo y área de espera para rovers y otros robots. Este proyecto no sólo serviría para la exploración lunar, sino también como base para llegar a Marte en el futuro. La Nasa se ha puesto como objetivo lanzar en 2024 la aeronave integrada Lunar Gateway, utilizando para ello un cohete SpaceX Falcon Heavy.

La firma italiana, que es la que cotiza más barata por PER entre las compañías que reciben una recomendación de compra, participa en los principales programas espaciales del mundo (como Galileo, Copernicus, Euclid o ExoMars) por medio de dos empresas conjuntas creadas en 2007 con la francesa Thales: Telespazio y Thales Alenia Space. Las herramientas que proporciona Leonardo para estas misiones van desde los sensores de actitud en vuelo, relojes atómicos, paneles solares, micropropulsión y soluciones de radiofrecuencia, entre otros.

Es una empresa líder en el mercado del GPS, que ofrece soluciones de hardware y software a millones de clientes, integrando tecnologías basadas en la localización, como el GPS y los sistemas globales de navegación por satélite (GNSS). También proporciona plataformas de recopilación de datos que simplifican la información geoespacial, por lo que la exploración del espacio es un sector relevante para la empresa, apuntan desde la plataforma de inversión CMC Markets. Por otra parte, Trimble es uno de los valores que forman parte del fondo indexado ARK Space Exploration & Innovation ETF, de la inversora Cathy Wood, instrumento especializado en el sector espacial.

El buque insignia de esta compañía es la red de satélites Iridium, un sistema de 66 satélites reticulados que se usan para la comunicación de voz y datos a escala mundial. A sólo 780 kilómetros de la Tierra, la proximidad de la red LEO -en la baja órbita terrestre- de Iridium supone una cobertura de polo a polo, un trayecto de transmisión más corto, señales más potentes, menor latencia y un tiempo de registro más corto que con los satélites GEO, explican desde la firma estadounidense.

En el espacio, cada satélite Iridium está enlazado con hasta otros cuatro, creando una red dinámica que encamina el tráfico entre los satélites para garantizar la cobertura mundial. Los productos de Iridium abarcan desde los teléfonos portátiles por satélite hasta la banda ancha, pasando por otros tipos de unidades transceptoras usados por más de un millón de marineros, pilotos, personal humanitario y gobiernos.